Aquella noche recordaba que desde hace algunos años meditaba la problemática de los seres humanos que aman de diferente forma ante la soledad y la sociedad
Los seres humanos pueden conocer a muchas personas, convivir con diferentes niveles de vidas y culturas, estar entre multitudes, casarse y formar una familia numerosa, pero al final, enfrentarse a la realidad de verse reducidos a la más incipiente de las soledades, y mas cuando son rechasados por su orientacion sexual
Solos venimos al mundo, solos nos aferramos a una lucha desigual, la de vencer a la soledad y el miedo ala sociedad, pero finalmente, morimos en el olvido, sin alcanzar la madures ni aprender a estar solos.
Y lo peor cuando miramos el pasado, para ver que aunque mucha gente se nos acercó, jamás estuvo con nosotros,
Que vida, la del ser humano, estar siempre solo y sufrir por esa soledad, cuando al creer encontrar a quien mitigar la soledad, se da cuenta de que nunca fue acompañado con fidelidad o fervor, mas que en el día de concluir la despedida definitiva.
En la tumba, enfrascado en un ataud, sepultado bajo tierra junto a un mar de ilusiones, sus luchas, sus desengaños, sus logros, y su cuerpo, el único compañero fiel de su existencia que lo acompañó en el dolor, la alegría y la enfermedad y la soledad.
Un rosio de lluvia de la madrugada, un torrente de la lluvia de sufrimientos, un cúmulo de esperanzas marchitas cuando a pesar de amar y amar de verdad, la lluvia de los rechazos y el dolor del desencanto lo desgarran en el alma ante la realidad de verse despreciado, marginado de la única pasión que alimenta la vida de cualquier ser humano !!EL AMOR!!