Soy el hombre casual, porque encontré mi destino,
el que alguna vez cultivó la tierra con placer,
los frutos conseguidos extendieron mi camino,
las poquitas de sabidurías en la senda vi florecer,
escribo para mí vivir y aprendí del ave su trino.
Soy un lago en su calma, que a la amante place,
mis profundos sentimientos dibujo con palabra,
no soy poeta; verbosidad nunca me complace.
Me agrada ser el campesino que la tierra labra
gran soñador, que el fruto del sol tuvo al alcance.
Autor: Alcibíades Noceda Medina