Nos volvimos a encontrar
y pudimos platicar
como cuando cada tarde
me decías que tu me amabas,
que de diario me soñabas,
que era el amor de tu vida
que sin mí, tú morirías.
Ya no habrá necesidad
de alguna mentira más,
te conozco, me conoces,
ya se acabaron las poses
de amante bueno y sufrido,
sé que nunca me has querido.
Amigos, podemos ser;
soledad en compañía,
la desición será mía,
de que te vuelva a creer
mas primero, debo ver
que no exista otra mujer,
ya que debo respetar
si otra te puede amar,
para ilusión no matar
ni tu tiempo acaparar.