He venido
He venido a llevarme tu alma,
y no soy el enviado del infierno,
ni la muerte que espera al pie de la cama;
soy tristeza de una noche de invierno,
la desgracia que en silencio te llama,
y la ansiedad por un sue#o eterno.
He venido a secuestrar tu sonrisa,
y no soy de julio el embargo,
ni usurero que fuga de prisa;
soy de este día el trago amargo,
tu lágrima que huye junto a la brisa,
y de los tiempos felices el letargo.
He venido a reclamar tu descanso,
y no soy el indio que sufre en la mina,
ni explotador que abusa de su ser manso;
soy locura que de puntillas camina,
el concierto de ayes en el que danzo,
y el recuerdo atrapado en tu retina.
He venido a robarte mi consuelo,
y no soy más mi sonrisa fingida,
ni el arcoiris de tan triste cielo;
soy el nudo que en mi garganta anida,
ave viajera fusilada en pleno vuelo,
y todavía, sí, todavía mi cabeza caída.
He venido a llevarme mi recuerdo,
y no soy el espectro que ronda tu casa,
ni el ensue#o que regresa tan lerdo;
soy la mueca que tu agonía remplaza,
entre cielo e infierno el acuerdo,
y la mirada que tu pecho traspasa.
Y he venido… con mis lágrimas, locuras.
Y he venido…con mis reclamos, enojos.
Y he venido a intercambiar algo de ternura,
por este dolor como adorno colgando de mis ojos.
Y he venido a llevarme mi soy, mi seré y lo que fui.
Y he venido…venido en el fondo por ti,
con la peque#a esperanza antes de morir,
de que me abraces fuerte y no me dejes ir.