De sus manos.

De sus manos partieron aves de insolencia
gorriones atentos al disparo interminable,
de sus manos mi sangre selló su impertinencia
para volvar mis ideas, para hacerlas ocultables.
De sus manos mis hilos de finas procedencias
manejaron las rutinas de tenues marionetas,
de sus manos pulieron esculturas y ausencias
destierros que la vida lejugó con malas tretas.
De sus manos las mías produjeron aquel espanto
de glorietas maldecidas por seres indebidos,
de sus manos mi historia se quedó en aquel espanto
de sangre y de dolor, de locuras y de olvidos.