Mi cuerpo es savia, risa, llanto y amor.
Si quieres puedes llenar mi vida,
rociar mi halo con tu resplandor.
Llenar mi estancia, romper mis muros,
pintar mi ahogo de mejor color.
Abatir el espacio opaco de la tristeza
para que vuelva a brillar de nuevo el sol
y ser el requiebro de la naturaleza
que me haga estampa de tornasol.
Si tu te acercas hasta mi boca,
de tu boca inagotable, bebo
y serás la razón que me provoca;
pero, tú ignoras cuánto yo quiero
y que tenerme en cuenta ya toca.
Si en la cercanía yo soy tu sombra
con tu espacio tu me haces vivir,
tu distancia me aleja de mí misma
subyugándome a una bruma sin fin.
En las hondas corrientes de la razón
estoy liviana pero prendida,
mantenme en tu límite, definición;
soy la tea ardiente de nuestra vida,
sé tu el plebiscito que juzgue mi sinrazón.