1.
Aquí os dejo mi Cuerpo.
Muerto ya. Ya sin Vida.
Pero Yo no era sólo
El Cuerpo que tenía.
Yo era también el Alma
Que le daba a mi Cuerpo
La Vida que tenía.
Y que subió a Los Cielos
En busca de más Vida.
Se hace el Cuerpo Cadáver,
Cuando uno muere.
Si nada vale el Polvo,
Él nada vale,
Pues Polvo y sólo Polvo
Que al Polvo vuelve,
Es un Cadáver.
2.
El Cuerpo es un Estuche
Que guarda el Alma.
Sin su Joya el Estuche
No vale nada.
Vida que da más Vida:
Eso es el Alma.
Es Joya tan valiosa,
Que Dios, desde Los Cielos,
Baja a robárnosla.
Nada os preocupe
Si al morirnos, el Cuerpo
Se nos destruye,
Para que a Nueva Vida
Nazca nuestra Alma,
Tras su paso por este
Valle de Lágrimas.
3.
No me lloréis, si muero.
Volved en Gozo vuestro amargo Llanto.
Vivo sigo en Los Cielos
Junto a Dios y sus Santos.
Y Allí os espero.
No me lloréis, no me lloréis, si muero.
Volved en Gozo vuestro amargo Llanto
Que estar Alegres es la Obligación
Que por Su Salvación,
Con Dios todos tenemos.
No quiero veros Tristes.
Que nadie por mi sufra.
Por eso, al despedirme,
Nunca os diré hasta nunca.
Sólo os diré: ¡hasta luego!.