Por mis palabras tristes y desoladas
de tus ojos se desbordó la emoción,
conversando desde la lejanía del sur
regreso hasta el corazón del universo,
mi dolor se refleja en la luz
que tanquiliza la desesperación
de saber que alguien comparte
este perpetuo dolor.
La tortura escondida
en lo recóndito de este corazón
se combina a la perfección
con la palabra auxiliadora
que te alivia el alma.
De tus ojos se desbordó la recia emoción
que halaga a la nostalgia a través de las palabras,
donde sucumbió la inocencia pura
en la alborada de la vida,
partiendo silenciosa, siempre recordada.
De tus ojos se desbordó el dolor empático,
la herida se curó, pero ella sigue viva,
en la distancia la estrella que brilla todavía sufre
y con mi entrecortada voz, todo permanece en la anónima calma.