Hay maneras de catalogar las cosas o los hechos de la vida, y cualquier otra forma de decir sobre las mismas. Hay maneras de profundizar en temas, analizarlos, filosofarlos si se quiere, y hasta desmenuzarlos en pequeños átomos imperceptibles. Hay maneras de buscar la verdad, diversas conjeturas, indicios, pruebas, tesis e hipótesis para que nos lleven a ella. Hay maneras de imaginarse en futuro, soñando, divagando, produciendo la propia película de cada uno de nosotros. Hay maneras de instalarse en perspectivas, mirar las cosas desde arriba, bucearlas, canalizarlas. Hay maneras de parafrasear incoherencias o coherencias, estimulando la mente y borrar la memoria por 1 segundo. Hay maneras de elegir el propio destino, aún en los momentos mas trascendentes o en aquellos pequeños en que solemos distraer la vista y apreciar un estilo. Hay maneras de mentir, hiriendo, omitiendo o sencillamente acuchillando por la espalda. Hay maneras de razonar y hasta de no hacerlo, con respeto, con locura o racionalmente. Hay maneras de herir, sin darnos cuenta, adrede y hasta sanguinariamente. Hay maneras de producir magias, alquimias o ilusiones, y saber que el piso es la base de todo sustento de la armonía y gravedad. Y hay maneras de conocer al otro sin presumir ni subestimar, porque es un hecho y solo un hecho, que cada ser tiene su propia semblanza, ánima y estilo, y no por ello es dable de juzgarlo ni tan fría ni tan rapidamente, como para sugerir lo que piensa o siente, aún en análisis previos o prejuzgamientos sean intelectuales o no. La vida nos dá la oportunidad pocas veces y no por ello debemos darle vuelta la cara. Me niego a ello!