Ya me siento cansada de esta vida,
pues la vida que vivo no la siento;
cuando era joven creí que triunfaría
pero el mundo me quemó en el intento.
Fui la niña tristona e intimidada,
esperé que el mundo me cambiase,
pero el mundo, ajeno a mi mirada,
consiguió que mi mente se cerrase.
Hoy por hoy yo ya no siento nada,
soy un alma perdida en mis proyectos
y vegeto, cual planta descuidada
en este mundo que me seca por momentos.
Nada encuentro de fiel ni de seguro,
nada puede causarme una alegría,
y aunque quiera distraerme, si lo intento,
nada me hace sentir que aun estoy viva.
Lucia Bachiller Candela - 1995