Que a un golpe de anhelo
y con las manos extendidas
juras a Dios en el cielo
pronta de soledad, miradas resentidas,
porque mas pobre tus sonrisas
son de tus abrazos y mentiras
que “Tus dedos fríos en mi palma”,
porque a golpe de fuerza soberana,
aun estricta, es distancia tu alma
a la misma de tu cuerpo… así vana.
Olvidaste que yo…
como siempre, mi vida,
te estaba esperando,
en la esquina de ayer,
desde los brazos del cielo
te estaba mirando…
y que ahora sin poder
en recuerdos yo me pierdo,
en tus ansias y tu anhelo,
sobre todo respirando.
Olvidaste,… lo entiendo.
¡Yo aun lo recuerdo!
EstertoR de AmoR
Octubre - 2007