Estás distante amor de mis sentidos,
quizá para mi alivio o mi tortura,
y todos los anhelos concebidos,
se esfuman con tu amor y su dulzura.
En medio de esta lóbrega espesura,
estás aquellos besos reprimidos,
que se han quedado quietos y dormidos,
para servir de aliento a mi amargura.
Doliente mi existencia se ha tornado,
al desprenderse así de tu mirada,
en este adiós fatal e inesperado.
Y aunque el olvido cruel es mi consuelo,
jamás va a arrebatarme el firme anhelo,
de regresar contigo dulce amada. (1999)