Delirios de un santo

A fray Damián Cornejo
Esta mañana en gracia de dios
salí de casa y víneme al mercado,
donde se come carne y pescado
juntos,si de dios has la bendición.
Llegué,dije:"Gloria de mi corazón
muerto me tiene tu vivo cuidado,
vuélvele el alma a este enamorado,
que necesita una grata solución.
Sentó,senté,miró,miré y vióla
dió muestras de tirar y tiró del manto.
Guiñó,guiñé,tosió,tosí y cogióla
fuese en un banco y sin cobrar tanto.
Besóla,embocóla,chupóla y corrióla
y con dios fuéseme mi poquito santo.
Nota del autor: Cuando digo niña,doy por sentado que tiene 18 años recién cumplidos.