Se apago tu luz, mas con asombro descubro:
que sigues encendida como mecha candente
en nuestras mentes y en nuestros corazones,
tu sabiduría a hurtadillas, es caudal de susurros
siendo tu consuelo el dulce abrazo del presente
decantando nuestros sinsabores:
con tu amor forjado de eslabones indelebles.
Tus ojos se cerraron en el sueño eterno,
te lloramos inconsolables, sin reponernos,
nuestro egoísmo de tenerme para nuestro bien
nos cegó un instante, antes de comprender
que ahora estas mejor, que era hora de marchar:
que nos aventajaste en la partida
de lo terreno, del tiempo y lo tangible…
Ahora no sufres, ni sientes dolor,
el cansancio de tus años, se esfumo en el aire
y cientos de pañuelos blancos te dieron su adiós.
Abril, mes de lluvias con sus ecos de bandoleón
te tomo del brazo y te sedujo en su hipnotismo
bailando con tu risa y tu pelo de algodón
tus ojitos de luceros se cerraron bajo su hechizo
emprendiste el vuelo al cobijo de su canción,
¡Mientras te acariciaba la mano de tu hijo!.
Te fuiste tranquila, sin cuentas pendientes
dejando a los tuyos con legado y anhelos
tus sueños forjados en un arduo sendero
que vio cumplido, tu pupila elocuente
de fémina luchadora y consecuente
que formo a dos hijos fuertes y valientes.
Hoy, en que aún necesito la tibieza de tu regazo
imploro a Dios que se desprenda de la desnuda eternidad
tu invencible abrazo que me calma,
que alumbra las sombras que me atormentan
pero que se disipan con la armonía de tu esencia.
En la triste agonía de tu ausencia,
estando en campo santo, siento tu grito callado
que reconforta el suspiro oculto de mi pena.
y en el mudo latido de mis venas,
siento que nos estás cuidando
que ¡No nos ha dejado! pues vives en nuestra alma,
por eso no te olvido, Bernardita de Maria,
madre, abuela, tía, ¡amiga querida!.
Q.E.P.D. 05-04-2007