DESENCUENTROS (primera parte)

Volvías en silencio, con la fe abatida; yo, urdía el ocaso con mis vencidas ilusiones... ¡Capricho del destino, es el reunir espadas rotas, pensando en el milagro de una victoria final!

¡Absurdos ‘literatos’!... Yo, queriendo plasmar lo nuestro sobre papeles ya escritos, y tú, creyendo que a una historia de amor se la debe escribir en las páginas de un ‘libro de quejas’...

Te ufanas de ser quien elige ‘racionalmente’ los caminos a seguir, pero... ¡Siempre me llevas en la dirección equivocada!

Bastó su presencia para que soltaras amarras; mas, en el hielo de su pecho, naufragaron tus ansias de aventura... ¡Qué inconsciencia, corazón, desafiar la tormenta no sabiendo navegar!

Cada vez se torna más difícil, el conciliar tus ambiciones con mi posibilidad de satisfacerlas... ¡Casi me atrevo a pensar que a nuestra relación la colocas entre los escaparates de una feria!

Arrojé a las llamas cuanto ‘recuerdo’ material habías dejado en mi poder… ¡Qué sencilla sería la vida, si la ‘sabiduría’ de los rituales ancestrales funcionara para todos por igual!

(De DIVACIONES COLOQUIALES)