Miradas furtivas en el quicio de la puerta,
buscaban mis ojos, y yo tu mirada,
.eres mujer casada.
Prisionera de tu amor primero,
no es el tiempo dueño del sentimiento.
Noche de vino y palmas,
cuerpos al ritmo de una samba.
Noche para el pecado, no con la mirada,
también con la palabra.
Pecado es el fuego de tus labios,
incitado con el deseo de tu mirada.
La oscuridad rota por tubos de neón,
esconde tu mente en busca de mi corazón.
Cadenas que se rompen .tu libertad,
cuerpos bañados en gotas de ansiedad.
Y el primer adios .a tu libertad,
murió la noche, apresando mi corazón.
Amor prisionero del tiempo,
busca en la intimidad de un café
su libertad, libertad para querer.
Una cama, un sofá, .que más da,
la playa desierta está. libertad.
Y cada amanecer la realidad,
mueren los sueños al alba,
no es vida el sol, ni el día,
sólo en la noche puedes ser mía.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!