¿Por qué he de continuar aquí?
¿Qué espero yo de mi vida?
Con la dicha ya exprimida,
y sin dar ya más de mí.
Me hago esta reflexión,
cada vez con más frecuencia,
y sólo veo deficiencia,
en toda mi relación.
No encuentro respuesta buena,
ni razón para esperar,
pues sé que voy a encontrar,
una de cal y diez de arena.
Es importante saber,
si es designio divino,
precipitar el destino,
sin una razón tener.
Nada de nadie yo espero,
nadie espera de mí nada,
y se me antoja putada,
no hacer lo que yo quiero.
Por consiguiente es hoy,
un buen día para estar,
pero lo de continuar.
ya veremos si me voy.