En alta mar y con la cara al cielo,
Donde parezca sueño la agonía y el alma,
De la única hora que me espera.
¡Nube de mis palabras, protectora!
Cuando hayan salido del reloj todas las versos,
Y se abren por fin la puerta de lo inversos,
Te amo contra tus ojos que se apagan.
Sufren adentro esta superficie vana y sospechan.
Venganzas Y muertes por desolación.
Por fastidio te amo contra la noche y el verano,
Contra la luz y tu semejanza silencioso que te amo
Y Noviembre escorpión y los labios que te expresan.
Contra el humo invencible de los muertos.
Me gustas más cuando derrochas los espacios positivos.
Tus labios son como el agua salada,
Entre mas te beso no me quita la sed.
Crueles besos de hielo en mi memoria.
Un grito de agonía, vuelve grises tus senos,
Y esa noble fragancia de tu sexo.
Mira la estrella, mira, la que tus ojos perduran.
Como rosas perfectas, no habrá sino recuerdos.
Los amigos huyen porque yo no hago ruido.
Es peligroso el mar si no sé nada,
Mas mi pecado no puedo salvarte Laura.
Copyright © 2010 - Ramiro Álvarez Cedeño.