Estás sentado aquí, pensando apenas,
sintiéndose más bien sin intelecto,
dejándose llevar por principio selecto
que sin embargo hasta te encadenas.
Sentado; hasta el ocaso te tiene pena,
la sana costumbre no ser perfecto,
que mas bien es tu múltiple defecto,
quizás enumerándolo pasa la decena.
Dudo que tengas gracia en genética
por tiempo, brillas en deseo distante,
en inusitada reflexión constante
sustentada por tracción patética,
que a veces te conduce a burdos
sacrificios, por ideales absurdos.
Autor: Alcibíades Noceda Medina