he caído tantas veces como lo a permitido mi señor,
pero en su paso el viento me a enseñado a incorporarme,
cual si fuera mi destino no dejarme derrotar,
a pesar de las dolencias de esta alma quebrantada,
tengo fuerzas un instante para andar una vez mas.
Tengo escrito en mi pecho letras rojas con sus nombres,
de por quienes siempre me he de he de levantar,
y en las noches titubeando con la luna,
los recuerdo justo antes de llorar,
es mi madre esa musa eterna mía,
es mi padre y sus regaños lo normal,
son sus palabras grabadas en mi mente,
letras rojas que me llevan al final
donde se dios me dijo un día;
estarás arriba para compensar,
a quienes dieron un poco de su alegría,
cuando estabas a punto de temblar.
cada instante, cada caída y cada paso,
los llevo dentro y les llevare aun mas
y se cuando cumpla con la grandeza que me espera,
les daré todo lo que un día llegue a soñar
son estas letras pretendiendo formar rimas,
la promesa de mi vida hacia su fas,
a mis padres y a todos los queridos
¡doy mi vida, que orgullosos han de estar!