La luna tan esplendorosa y arropada
con ciertas nubes color gris desatinado,
la brisa tan refrescante,
que esa noche nos hacía a los dos estremecer.
Entre besos, caricias y palabras,
con estrechas miradas,
conspirando con nuestro sentimientos,
comenzamos una relación que sucumbió
nuestros jóvenes corazones.
Días, meses hasta dos años pasaron de
aquella inolvidable noche,
donde las estrellas nos observaban y nuestro
amor floreció sin desdicha y con mucho derroche.
Parece falso, pero sin querer hacer me daño,
tomaste una egoísta decisión ,
marchándote sin ningún motivo o razón ,
y con una nota sobre la puerta del refrigerador.
No pude creer que en menos de mil palabras
describiste nuestra relación,
y piensas que con besos y sonrisas,
consolarías mi triste corazón.
Sé muy bien que un día,
cuando te sientas sola en mi pensarás,
cuando llores quien tus lagrimas secará,
cuando sufras dime quien tu alma alegrará.
Y mis palabras esa noche que te prometí
amor para toda la vida se cumplirán,
pero que lastima que no estarás aquí para
comprobarlo y celebrar junto a mi corazón
en cariñado con tu tiernos abrazos.