Escucha,chica, la razón,
no el sentido absurdo
de tu devoción.
Yo ya sé.
Y te dejé enseguida
que llegue.
No me dejes.
No me dejes.
No me dejes, vida mía.
Yo sé que mi vida
llena de verdades fingidas
e intrigas; no por mí,
sino por algunos especialistas
que odian el amor, la paz y la poesía.
No me dejes.
No me dejes.
No me dejes, vida mía.
Soy tranparente como el agua
y mi vos una cascada.
¿Qué me haces?.
¿Qué te hago?.
Hacerte ver el sentido razonado
de tener amigos en todos lados
que cuidaran siempre de ti.
Porque tú mi equilibrio
has logrado.
Y ahora, ya ves,
tienes lo que has ganado:
el amor de mis hermanos.
No me dejes.
Tinito la Calma.