Ahora miro por la ventana
te he visto sentada,
en cuanto te vi
supe que eras mi mágica hada.
Mis ojos
de tu imagen quedaron impregnados,
no puedo evitarlo de ti se han enamorado.
Ahora miro por la ventana,
no estás,
te espero y miraré mañana,
no estás,
ya se asoma la tristeza en mi alma.
Empiezo a recordarte en un papel
dulces versos que saben a miel
rememorando el día aquel
en que mi corazón se enamoró de tu suave piel.
Ahora miro por la ventana,
sigues sin aparecer,
mi alma comienza a entender
que nunca volverás,
que nunca me querrás.
Mañana miraré por la ventana
y cierto es querida amiga
que el tiempo me curará
y tu imagen se irá,
se marchará, se morirá.