Camino sorteando cráteres,
a veces me hundo y no puedo salir
hasta que reuno la energía suficiente
para batir las alas
y seguir la travesía por este desierto.
Me siento un poco solo
rodeado de inservible chatarra
a no sé cuantos kilómetros
de la vida más cercana,
no distingo la noche de la mañana,
no sé si transcurren días o semanas.
Las estrellas parecen hablarme,
me dicen que tenga cuidado,
que no me fie de mi lado oscuro,
que saque mi luz
y me aleje de la penumbra,
que aquí y ahora soy el único,
que camine sin detenerme a pensar.
A lo lejos veo la Tierra,
tan pequeña y tan inmensa,
tan terrible y tan hermosa,
soportando el castigo humano
que la destruye sin respeto,
aquí me siento un marciano
abandonado por mis semejantes
sumiso ante el tiempo.
Este arido paisaje se asemeja a mí,
completamente gris,
sin país,sin bandera,
sin religiones,sin fronteras,
sin política,sin mentiras,
demasiada soledad supongo,
pero en el fondo me gusta,
lo mismo me instalo aquí.