Cubrí mis ojos, una ráfaga de viento Encendía más tu fuego, atardeciendo..
Flotaban mis sueños, se desvanecía la vida!..
Y la poesía! Culminando ardiente en esos labios
Apretando las estrofas. Intercambiándose encendidas, como cuando el amor brota!..
Jinete de la prisa, alborotando mis cabellos que lacios, te envuelven..
Como, un velo transparente, hilos de lirios, tu polen!.. bebiendo extasiados Como, el regreso, de lo amado!.. Que intangible en la memoria e impaciente…
Llena de gloria esos momentos, como, un cuento!, la dicha propicia..
Una actuación, en la penumbra, entre la tierra y el sol De sus figuras!.
María Verónica García