Rememoró el último chubasco
cuando desbordaste
el caudal de largos ríos
estimulando la cinética marina,
pintaste el cielo
de color relampagueante,
estremeciste la tierra con tus truenos,
salpicaste
hasta el silente desierto
que tanto añoraba tus caricias.
Luego de tu ausencia
te extrañaron estos lares,
el ambiente caluroso
palpitaba en el corazón de la sabana
los pájaros enmudecieron
ante el furor candente,
las hojas abandonaron los viejos troncos,
el verdor desapareció,
transformándose en desesperanza
por el cauce de quebradas
solo rodaban hojas secas,
en los ríos solo lagrimeaban tristes gotas de rocío,
angustiadas de que sin ti…
ya no existiría otro amanecer.
¡Bienvenida!
Venerable Lluvia de Abril
que despiertas la clorofila adormecida
reverdeciendo los frescos pastizales
con los cantos de los pájaros
en tierna melodía.
Los manantiales emanan
las mas cristalinas de sus aguas.
Los turpiales
se pasean rebosantes de alegría,
ya el calor que agobiaba se esfumó.
Las cataratas
reviven su torrente caudaloso.
Las orquídeas
renacen de la nada
y con ellas la frescura en primavera,
con las mariposas
aleteando sus bellos coloridos.
Gracias lluvia
por devolver la alegría al humilde campesino.
Que sentía…
que sin ti languidecía. Laureano Marcano