Dios me regalo tu amistad

Dios te regaló tu bondad, tu familia, tus amigos y la maravillosa sensibilidad con la cual creaste tus hermosos poemas... Gracias Nalyzz Ivette Rosario.

El sector de comentarios sin duda es el espacio donde se canalizan, mucho mas que la valoración o la opinión favorable o adversa de un poema, nuestras propias problematicas, identificaciones o distintos estados emotivos. Pulsar una tecla es también, mas que la valoración pura sobre una obra, la canalización del universo que rodea una situación determinada, o por traspolación la simbología de esa situación. Ninguna expresión en cualquier sentido, puede evitar se traduzca su antípoda, más allá de que el significado puede estar ausente de la intencionalidad. La tan mencionada envidia, por ejemplo, como estado emotivo responsable de empatias, implica considerarse superior en capacidad, prestigio, jerarquía o poder. Y muchas veces se habla de ella, como un proceso unilateral, negativo, quedando fuera de toda consideración el objeto del sentimiento. Y el cuestionamiento surge solo, en cuanto a porque alguién se atribuye esas facultades para ser envidiado. Y asi como una simple nota puede traducir mil consideraciones distintas, las lecturas sobre la presunta envidia también, desde ya, no por quienes pierden la cuestionable objetividad que podemos tener. Cuantos creadores se hicieron mas famosos por las injurias de sus detractores, que por la baba de sus aduladores. Y cuantos sentimientos profundos no podrán jamás traducir realidad, cuando son expresiones exacerbadas de individualismos donde se mezclan gusto,ánimo, y contención poco disimulada de lo que se teme expresar y se traduce entre líneas. Y así, el amor, la adhesión y la dulzura, serán leídos como agresiones solapadas y lo inverso también. Lejos, muy lejos de todo esto, quedará la razón del porque se es poeta o artísta. Lejos, muy lejos, quedarán las obras que son la razón básica, la piedra fundamental. Y en tanto esa obra trasmita directamente o no, cualquiera de las problemáticas ajenas a la creación misma y relacionadas con la circunstancia, el remedio será siempre peor que la enfermedad.