Tu ausencia ha dejado rota
en mil pedazos mi alma,
al pensar que quizá, ya nunca,
vuelva a sentirme, como mujer,
bien amada.
Van pasando lentamente las horas,
los días, las semanas,
y los meses...
y esta prolongación de tu ausencia
se hace insoportable
la mayoria de las veces.
No quiero creer que ya núnca
cerca de ti pueda estar,
respirar el aire que tu respiras
y que me vuelvas a besar.
No quiero pensar en el vacio
que tus sabias manos han dejado,
esas que me subieron al cielo
y me hicieron sentir mujer a tu lado.
Esperaré una eternidad si es preciso
para poder volver a verte,
que como dice el refran,
" la esperanza",
es lo último que se pierde.
Emilieta.