El sufrimiento son puertas que se abren por un momento mientras la herida está fresca. Son esos momentos, en los que tú, el universo y Dios se unen para reflexionar, y para aprender de la vida.. Si esos momentos los enfrentas con un espíritu de sinceridad, entregándote a Dios de corazón, admitiendo sin reparo tus errores y diferenciando cuál es tu responsabilidad y cuál es, el de la otra persona ¡Haz crecido espiritualmente! Gracias a esos momentos, es que crecemos. Al elegir ahogarte en llanto, estás negando la posibilidad que el Creador te deja para crecer y estar contigo. ¿Qué oportunidades te está abriendo esa puerta, a tan solo unos pasos del dolor que sientes? Y mientras está fresca esa herida, aprovecha antes de que se cierre. ya que el tiempo es muy buen consejero..
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!