Salgo a la calle;
Es de noche.
Los búhos ululan
Ahuyentando a las almas plomizas
Que osan asomarse por el callejón.
Litros y litros de amargas risas,
Carcajadas infinitas,
Humos mefíticos,
Vapores tóxicos,
Trenes infernales.
Sentado en un banco
Con una máscara en la cara,
Bebiendo tragos y tragos de cerveza,
Vomitando por las esquinas,
Conduciendo las manadas de ratas.
Vienen los hombres
Y pasan de largo.
“¿El problema no será tuyo?”
Los loros ya no dicen más
Aquí y ahora.
Y los sedosos velos,
Y los tristes besos,
Y la intransigencia,
Y la desinhibición,
Y, y, y, y…
“La ética de la estética”
Aprender con rancios libros.
Caballos negros
Con jinetes negros.
Viejos con sombrero.
Ya no me acuerdo de donde está.
Puede ser…
Puede estar…
“¿Diga?”
Ya no volverá.
El poder cristalizado
En estructuras de azabache.
“¡Dios mío!
¡Esto es el final!”
Oscuridad y nada más.