Cuando tengas mi hijo...
envuelto en las sabanitas de tus capullos,
el cielo tendré, en tus silencios, dormido
cual el verter profundo de cada uno de sus rasguños
en tu vientre de mujer! apenas haya salido.
Cuando tengas mi hijo...
el sueño de mis ansias, ya no será tardío,
tendrá tus ojos cenit, y mi lágrima encendida,
entre las diéresis selectas...sentirás sus latidos
alma de diamante! esplendores de una vida!
Cuando tengas mi hijo...
el soplo de un lucero, vertirá en tus sentidos
paloma mensajera de las dichas contempladas,
regreso al hogar...y el abrazo compartido
entre noches de insomnio y ojeras en la mirada,
Cuando tengas mi hijo...
podré decir que nuestro sueño se ha cumplido,
en cada fase caliente de tus alas perfumadas,
amante de lo nuestro, el tendrá sus consabidos
hábitos príncipescos con estelas de sus hadas,
Cuando tengas mi hijo...
a cada llanto de sus desconocidas madrugadas
me tendrás a tu lado, procurando el silbido
de una canción de cuna con doce campanadas
y el placer sereno, cuando ya se haya dormido.
"...R.N..."