Miles de millas viaje, en busca de este, paraiso escondido. Un oasis, en medio del desierto, jamas pense, que existiese belleza igual. Bajo un ardiente sol,desafiante y hermosa, en lo alto de un cactus, una roja flor,abria sus petalos al bello sol. Tome fotografias,de aquel milagro de Dios, palmeras de belleza,exquisita, a orilla de aquellas, cristalinas aguas, de ellas tome,sintiendo su exquisito sabor. De pronto,en medio del silencio una voz, una hermosa joven, tan bella como el sol, su suave y dulce voz,mi cuerpo electrizo. Perdón señorita,vine aqui en pos de esa bella flor. Pero jamas pense encontrar,una mujer, más hermosa, que una flor. Sonrio halagada,a la vez que decia, yo vivo aqui,este es mi desierto, y sus aguas,mias son. Volvi a pedir perdón,pues mi cuerpo, empapado,daba señales de mi pecado. Rió la hermosa joven,dejando al descubierto, sus blancos dientes como marfil, sus rojos labios de flor. Sea usted mi invitado,pues es usted, el primero en ver,este oasis,encantado. Su ropa quito,dejando al descubierto, su hermosa desnudez, a la vez que decia, venga usted. Al agua entre,mis ropas a un lado deje, y al son de trinos de aves,y caricias de sol, nuestros cuerpos fundimos,en extasis de amor. Años han pasado,rapido y velóz, aqui en el desierto, encontre una flor, hoy soy esclavo,esclavo de su amor, en este oasis encantado,donde encontre, el amor.