En este momento cavilo sobre tu existencia.
Un día llegas a mi ser, y desde ese momento todo cambia en mi vida.
Eres lo nuevo, eres lo esperado, eres la experiencia por comenzar y, también, eres todo eso que yo ignoro.
Desde ese día empezaste tu enseñanza, y desde ese momento comencé a aprender de ti,
eras ese pequeño ser que sólo lloraba cuando algo quería y, ya satisfecha, esa sonrisa que me hacía grande y me ayudaba a sentir padre.
Poco a poco fuiste haciendo tu camino, ese que aun sigues creando para ti.
Hoy día siento que he olvidado preguntarte muchas cosas que deben ser importantes para ti y tu magnifica existencia, porque quiero que sepas que eres única. Otra igual a ti, lo dudo.
Sabes, todos somos diferentes y alumbramos con distinta luz.
Creo que olvidé preguntarte qué sientes de lo que vives, también olvidé preguntarte cómo te gustaría que tu padre te amara.
Olvidé preguntarte si te sientes cómoda con lo que has aprendido o copiado de mí, también se me pasó decirte que podías cuestionarme cualquier acto de mi vida que no fuera bueno para ti.
Creí en todo momento que sabias todo lo que sentías o querías experimentar, también se me olvidó que podías amarme y quererme como un buen padre en todo momento, abrazarme y besarme cuando quisieras
porque hoy en dia todo esto que no te dí está de más en mi existencia y es tuyo
espero algún día entregarte todo lo que te pertenece y así acabar con mi nostalgia.