Cuando me veas sentada quietamente,
no pienses que no necesito de tu charla,
no por favor, tu lastima ,no,
ni tampoco quiero tu compasión.
Cuando mis huesos esten doloridos
y duros y mis pies no suban la escalera,
solo te pido un favor, no quiero silla de mecer.
Porque cansada no quiere decir perezosa,
seré la misma persona que era antes,
menos pelo,más papada, poco pulmón,
menos aire.
Pero gracias a dios todavía puedo respirar.
09/05/02
Autor sagitaria del mar-copyright 2003
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