Mi eterno centinela del camino, Inmòvil en la inmensa tristeza. El adios en un verso alejandrino, Que se prolonga en un abrazo. En abrazos dolorosos, Bajo una luna dormida. Mi corazòn partido en mil pedazos, Suspirando el eco de la despedida. En las puertas del camino, Un llanto de gotas cristalinas. El abrazo detenido! Y el corazòn hecho pedazo, Tiembla en su dolor como un sollozo. El adios sumido, En el remanso de los brazos. Besos enardecidos! Y canciòn de rezos, Al oido...y entre abrazos. Asi fue...Aquella despedida. Y si lo bueno me sucede, ¡A lo bueno le hago caso! No se si el destino, Me juegue al fracaso. Pero si de volver,no se puede, Por lo menos,te di el ùltimo abrazo. SOL.