Nada más en absoluto,
la quietud resultó intacta,
todo se tiñó de luto
hasta su tez sonrosada
Asómate pronto , bella,
no te hagas la enfadada,
si sales habrá una estrella
para poder contemplarla.
No sentí lo que pensaba
ni pensé lo que decía,
¡ claro que te amo y te amaba
si tu eres la vida mía !
Aquí estoy mi niña amada
aunque tarde, he venido,
-
¿por qué si está más calmada
la noche, tengo este frío?-
Anda , sal, no me atormentes
(ni en la más feroz contienda Castañearon mis dientes)
¿a qué , mi mano ahora tiembla?
Este silencio me aterra,
no verte, mi bien, me ahoga,
me he acostumbrado a la guerra
mas no a estar sin ti, señora
De pronto paró el corcel
pues tendido en el camino
a unos cuantos pasos de él
se hallaba un ángel dormido.