Cuando llegaste estaba mi ventana abierta
entraste por ella, desordenaste todo, el sol brillaba
como un hongo, salvaje, violento
después de ese día todo fue magia, parecía que tu presencia generaba una extraña hipnosis. Recuerdo
tu risa, lejana e incierta
polen, vida y también angustia, vértigo
En un impulso alargué mi mano, te posaste en ella, pude
observar árboles inmensos de otras épocas.
Estabas por supuesto ahí, volando por las altas montañas tapizadas de nubes, esperando que yo durmiera para
nuevamente emprender tu viaje.
Fue una tarde cualquiera, cuando encontré una lágrima sobre mi libreta de anotaciones, cuando descubrí tu
ausencia a través de mi ventana abierta