Aun siento tu mirada en mi rostro,
mientras mis labios dibujan tu nombre,
no puedo estar sin que te nombre,
te busco pero ya no te encuentro.
Tu voz es la rítmica música que falta.
Mi pluma enlazan las mismas palabras,
en llanto ante tu imagen se quiebra,
pues nuevamente tu ausencia espanta.
Oigo tu risa en todas las canciones,
despierta en mis sentidos emociones,
llega desde lejos dándome dulce calma.
En recuerdo estás como frescas flores,
el poema es para ti amor de mis amores,
que extraigo desde fondo de mi alma.
Autor: Alcibíades Noceda Medina