Dura realidad

Deje de creer en los cuentos

cuando las princesas mentían

y los príncipes ni aparecían.

Cuando los castillos se salían de mi presupuesto

y los carruajes ya ni os cuento.

Cuando los pájaros no siempre cantaban por la mañana

y el Sol a veces se ocultaba de mi ventana.

Cuando vi caer más de mil lágrimas derramadas

y nunca vi comer perdices y tener finales felices.

Cuando con el tiempo las flores se marchitaban

y las personas que amábamos se marchaban.

Cuando vi que en las ciudades no siempre son de colores

y en cada esquina suele haber oscuridad, envidia y derroche.

Y entonces comprendí que la imaginación a la realidad

a menudo suele vivir en una irrealidad.

Que los sueños a la realidad,

a veces se suele cumplir de verdad.

Por eso hay que luchar por nuestros sueños

y no dejarse llevar por caminos de cuentos.