Algunos manuscritos inundando cestos de basura,
unas cuantas redacciones inconclusas,
cientos de caminos avasallados por el temor,
una sola inspiración.
Mares, lagos y lagunas alrededor,
niebla y diluvio por doquier
que enmarañan eternos viajes
sin jamás llamar a estribor.
Pues ¿quién dijo claven anclas?
Si en la costa está mi puerto,
mi destino y mi naufragio.
Al tiempo que incrédulos e incapaces
me consideran un loco desquiciado,
yo enfrento miedos
y los invito a perseguir sueños.
Corre tras de ti,
pues no huyes de nadie
más que de ti mismo,
sin ser tú
de quien en realidad huyes.
Recuerda,
carpe diem, seize the day,
aprovecha el día,
porque cada día
tiene una historia nueva que narrar.