Todas las mañanas, apenas levanto
y al correr cortinas, en mi habitación,
escucho con gozo trinos mañaneros,
y bañan mi rostro los rayos del sol.
Canción que me alegra. Y comienzo el día
con mucho optimismo, esperanza y fe.
Es un día menos que queda de tiempo,
o uno más, depende la forma de ver.
Y escucho noticias, recojo el periódico,
preparo mi mate, mi te o mi café;
te espero.venis.me haces compañía,
compartes conmigo este amanecer.
De pronto se callan las aves del monte.
La luz es más tenue.baja el resplandor.
Tu voz, se hace un eco. Escucho tu risa,
y te haces presente con mucho candor.
Y asi pasa el tiempo. Avanza de prisa.
No hay quien lo detenga al maldito reloj.
Pasamos un lindo momento charlando;
te colma mi acento.me lleno de vos.
Pero hoy.fue distinto.todo fue silencio.
Fue en vano la espera.el agua se enfrió.
Esperé tu risa.se alteró mi espera.
No viniste. ¡Canten aves por favor!.
Porque este silencio, ya no lo soporto.
¡Pájaros del monte, se los pido yo!
Adornen con trinos mi triste mañana.
Alumbrame el alma.Alumbrame sol.
Pero se ha nublado, de pronto este día.
Nubes de tormenta taparon el sol.
Callaron las aves canoras del monte.
Ellas y yo tristes.cuando no estas vos.
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