El Frío del vacío se ha hospedado en mi vientre,
visita mi mente la nada,
Dejo mi cuerpo… y me veo de lejos amarrado a la cruz,
los estigmas toman mi cuerpo,
¿Se me ha despojado de la razón?
La locura poco a poco me esta consumido…
Fuego, llamas son mi nuevo lecho.
Las miradas de los que me rodean…
No puedo sacarlas de mis sueños,
Me perturban los recuerdos,
su polilla sigue la luz de mi camino,
Consume mi reflejo, consume mi aliento.
Solo voy en esta carretera, escapando de las llamas;
Migrañas y Olores nauseabundos, son mi cotidianidad;
He llegado al desierto del subconsciente…
Y la bienvenida es en una vieja fábrica de sueños,
Los fantasmas de mi vida me reciben y gritan…
¡Bienvenido hermano!, ¡Bienvenido a tu iniciación!
Voces del más allá anuncian mi llegada
Me rodean sus aplausos…
La pestilencia y el azufre consumen mis narices,
Me transformo y transmuto en una sobra más de este lugar
El silbido de la oscuridad es mi nuevo cuerpo.-