Nacido varón, orgullo del padre,
extención de sueños, de alegría ciego.
Preocupación eterna de la madre,
de su padre, compañero de risas y de juegos...
De pequeño tranquilo, aún construyendo sueños,
por incógnita fuerza dirigido,
sin perder su alegría, muchachito risueño,
aún albergando risas, aún anhelando abrigo...
Y vá corriendo el tiempo, fugaz adolecensia,
las presiones de grupo...Y la atracción se siente.
Cuando no lo sabía perdía su inocencia.
Nació el hombre quizás, murió el adolecente...
Mas se nace varón, pero El Hombre se hace,
en el rudo transcurso del camino.
Ser hombre, no se dice en una frase.
Ser hombre se construye hacia un destino...
Ser hombre es mucho más que aquel que engendra,
que aquel de gruesa voz, caderas planas,
que se guarda el silencio como prenda
y se afeita la barba en la mañana...
No es ese ser viril, sin manerismos
que retiene su llanto en los conflictos,
a quien mostrarse o no le dá lo mismo
o tambièn el mostrarse arrepentido...
Ser hombre es el que puede ser flexible,
cual la triste palmera azotada en el viento.
El que sabe muy bien que es admisible
que ante alguna tristeza, aflore el sentimiento...
El que pide perdón, si en algo ofende.
El que demuestra en pleno su sentir.
El que sabe expresarse en lo que siente,
si en algo se equivoca, sí lo puede admitir...
Ser hombre es dar Amor, ser dulce como el nectar
y fuerte como un roble florecido.
Al sentirse vencido, reinventar la fuerza,
volver a levantarse, no quedarse caído...
Ser hombre es poseer valor de acero,
mas tener corazón de terciopelo.
Ser hombre es el saber decir Te Quiero.
Ser fuerte, pero suave...Ser recio...pero tierno...