Mi andar mecía mis caderas con su locura,
Y la gente se alejaba de mi otra vez...
Tus ojos en el cielo recordaban mi tortura,
Las lágrimas acariciaban mi blanca tez...
Mis puños, con fuerza, a sí mismos se aferraban...
Las maletas estaban ya casi terminadas.
Y allí, tu foto, mi vida y mil recuerdos que quemaban.
Dejé atrás otras mil promesas olvidadas...
Mis pasos se tambalean como lo hace mi vida,
He de alejarme de todo lo que hube sembrado...
He de alejarme de ti, de mi estrella perdida...
Pero todas las migajas de nuestro amor he guardado.
No debo recordar más esta dulce quimera,
He de quemar estos mil versos para ti...
He de alejarme, como la vez primera...
Porque el Destino me recordó que te perdí...