Solo se cruzo ante mi tu mirada
y en medio del mar me encontré,
rodeado por agua cristalina y salina
que no puede con la necesidad de apagar mi sed.
Otra vez en la cuna de las desilusiones me encontraba,
con odio por haberme enamorado me alimentaba,
fingiendo que al amor para nada lo necesitaba,
hasta que me golpeo sin tregua tu mirada.
Ahora estoy en una encrucijada
tu mirada me ha removido soledades,
sin darte cuenta quiere impulsar mis alas.
Es tu mirada, esa mirada linda,
la que me llena de una nueva inspiración
pero tengo miedo de edificar otra desilusión.