Se oyó un búho amedrentado
decir ¡bu! Con insistencia
y llover sobre el mojado
suelo , de afilada piedra
Como caricia sin fín
su mirar se deslizaba,
sobre la flor del jazmín
y..
donde los ojos posara.
¡Que silencio melodioso
eco de gotas menudas,
¡que anochecer tan hermoso,
cuanta paz y que profunda!
Sufría su corazón,
¿donde estaba el caballero?
temió perder la razón,
¡ de qué modo ansiaba verlo!
No vendrá - es ya muy tarde-
no ha de hacerlo - se decía-
oh mi amor… ¡que Dios te guarde
y a esa estrella que te guía !
Un jinete ,en la espesura,
con emoción cabalgaba,
le aguardaba una hermosura
de doncella, en su ventana.
La mujer lloró en lo alto,
el búho, giró la cara,
aquel temerario salto
fue el final, luego la nada