El cristal con que se mira

¿Ya te sientes feliz? ¿Estás contenta?
¿Satisfecha, tranquila, bien comida?
¿Ya dejó de sangrar tu vieja herida?
¿Ya cesó tu fatídica tormenta?
Sé muy bien que después de los cuarenta
cambia mucho el sentido de la vida,
la esperanza parece dividida,
fragmentada la fe que nos alienta.
El candor, la inocencia, la pureza
y esas cosas que un día nos vistieron,
se quedaron atrás y nos volvimos
suspicaces mirando con tristeza
que no son lo que son ni lo que fueron
ni nosotros ya somos lo que fuimos.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC