Esta navidad
será una fiesta de regocijo,
que no sólo es mía,
es nuestra y para pensar,
con musicales
de recuerdos profundos,
cánticos de villorrio
y cicatrices recientes.
Una fiesta
que hace brotar nostalgia,
y pienso,
cada vez que abro una nuez,
o me como un turrón,
que hay un amigo
esperando un saludo,
de sincero celeste,
en un espacio diferente;
o un hermano mío
en la desesperanza
y la soledad inquieta,
esperando un recuerdo.
Hoy te celebro
Navidad catorce,
con la certeza
de la flor que muere
poética,
que mañana será diferente,
y que la lucha
de aquél niño de Nazareth,
de prodigios ejemplares,
por fin fructifique
en paz y amor,
para nuestra
Centroamérica convaleciente,
para mi Venezuela
bolivariana y combatiente,
para nuestro Méjico dolido,
gente fugitiva de su propia tierra,
segregada,
explotada,
sufrida;
por una Crimea impetuosa
y para dejar
en el olvido,
el sollozo color rubí
de una Somalia
hermana nuestra.