Con una visita que vino del cielo
Toda su ternura, mi ser derramó
Y fue Carolina como águila en vuelo
Que entero de blanco, mi vida recreó.
Esbelta, perfecta, de fácil sonrisa,
Sus rasgos preciosos de mujer sin par
Su voz suave y pura completo me hechiza
Al lado mi nieto, que me hizo vibrar.
¡Mucho más de veinte, los años pasaron
Sin que yo pudiera, de ella disfrutar
Veintitrés de Abril, los cielos brillaron
Para con orgullo, a mi hija besar!
Su cuerpo juncal, sus formas geniales,
Que fueron fecundas, hasta en la pasión
Fue con Sebastián la vida a raudales
De quien es su esposo, la dulce obsesión
Sentà su cariño y envuelto en su magia
Hacia mi pasado, yo me transporté,
Y llenos mis ojos de llanto y nostalgia
¡Mi niña de nuevo, Caro la llamé!.
Resultó un ejemplo de gran estoicismo
Talento que envuelve su risa de aurora
Sin ella a mi lado, ya nada es lo mismo
De "La Gran Empresa", genial contadora
¡El Dios de los Cielos, hará de su vida
La fuente suprema donde la salud
se postre ante ella, pues ya convencida
Hará que engrandezca, en su juventud!
ANTONIO REYES PATIÑO
Periodista pozarricense.
El dÃa 23 de Abril de 2012, todo mi ser se estremeció ante la posibilidad de ver a mi hijita CAROLINA REYES PALACIOS, después de más de 21 años de ausencia.Abrazarla y besarla, oÃrla decirme ¡Papá!, fueron un regalo del cielo, una entrega suprema, porque además, de su mano iba mi nieto SEBASTIÃN, un chiquillo adorable, de grandes ojos y gracia sin igual. Pasado y presente se fundieron en un solo nombre: CAROLINA!, Mi amadÃsima "Pico de Golondrina"