Noches enteras paso mirando al cielo,
contemplando tu mirada en el,
con frió en mi alma,
con una angustia que no para.
Noches enteras escucho solo el silencio
oyendo el eco de tu adiós,
con tristeza en mi corazón,
con un dolor que no acaba.
Noche a noche me pierdo en la nada,
en caminos lejanos difuminándome en la nada,
viviendo prisionero de este amor,
de este amor que no tiene principio ni final
noches sin final...
Noches de fría soledad...
Cada segundo una eternidad,
cada instante un nuevo agonizar,
morir denuevo en cada despertar.